La audacia puede verse desde un punto de vista positivo y otro negativo, por ejemplo positivo cuando lo hacemos arriesgándonos sin aprovecharnos de los demas para conseguir lo que queremos, positivo cuando lo utilizamos para romper nuestros límitaciones y barreras.
La moderación entre una audacia beneficiosa y una audacia dañina debe estar dada por la razón. Lo mejor es que las decisiones vinculadas al impulso de la audacia sean tomadas después de una reflexión serena y a conciencia.
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